Desde hace aproximadamente un mes y después de tres largos y catastróficos años, encontré trabajo. Bastante bueno, por cierto, porque se trata de escribir, combinando algunas técnicas de marketing digital; algo que venía buscando desde hace tiempo. Sin embargo, debo admitir, que este trabajo Freelance, al ser un proyecto que recién comienza, creo que hasta mi propio jefe le ve poca vida. Whatever…en esta oportunidad, no es de esto que les quería hablar…sino, de cómo me fui dando cuenta que administraba mal mi tiempo. Fue entonces en ese momento, en el que me pregunté ¿Cómo hacer mi día más productivo?...
Porque tengo que admitir que la adaptación a mi nuevo trabajo me ha costado. Y es hasta el día de hoy, que aún sigo tratando de organizarme mejor, para poder hacer todo lo que he planeado durante el día, o incluso, en la semana.
Porque let´s face it, aunque uno no quiera, muchas veces las obligaciones se nos juntan y nos apabullan…y no, no estoy hablando solamente de cuestiones de trabajo.
Me refiero también, a otras cosas como, hacer la comida, limpiar, tender la ropa, sacar al perro, ir al gimnasio u otra actividad extra…Y ni hablar si sos mujer!..porque ufff debemos sumarle depilarnos, pintarnos las uñas, el make up….yyy en el caso que tengas hijos, atenderlos, hacerles la comida…and so on and on and on. OMGoshhhh!!
Bueno…y volviendo a mi caso por ejemplo, debo atender todas estas responsabilidades que acabo de mencionar (menos la parte de los hijos)…y sumarle además, mi página obviamente.
Aunque no debo olvidar -y ustedes tampoco- otras cosas, como visitar a los amigos, a la familia …y también, dedicarnos tiempo a nosotr@s mism@s; leer un libro, meditar quizás, tomar un buen vino a la noche… a chilling moment…detalles que siempre vienen bien, cuando estamos sol@s.
Fue así, como decidí indagar un poco más sobre el tema y ver cómo podía hacer mi día más productivo…en otras palabras.. evaluar de qué manera podía…o puedo todavía… ser más eficiente con mis tiempos.
Como primer punto, encontré que hay que ver cómo administramos nuestras tareas. Es decir, sentarnos un día, en algún momento que estemos tranquil@s y pensar, qué cosas estamos haciendo que realmente son necesarias y cuáles no. También, analizar, qué actividades son las que nos consumen más o menos tiempo y dependiendo de ello, podremos manejar mejor nuestros horarios.
Según los especialistas, las actividades más difíciles y que nos llevan más tiempo, se deberían hacer a la mañana, porque es cuando el cuerpo tiene más energía y está más despierto. Sin embargo, creo que no hay que olvidar, que hay personas que son más activas a la noche.
De todos modos, despertarte temprano y llevar a cabo en la primera hora del día, esas actividades que más cuestan o que deben realizarse sí o sí, nunca viene mal, sobre todo porque después nos sentimos relajad@s por ya haberlas hecho… como si nos hubiésemos sacado un gran peso de encima.
Ahora bien, a más de uno le debe pasar que durante esas horas tempraneras del día, entrenan por su cuenta o van al gimnasio…y debemos aclarar que, entre el entrenamiento, tomar una ducha y maquillarnos -en el caso de las mujeres- la mañana tiende hacerse más corta y menos rendidora. Para estos casos, la solución es que seamos estrictos con los tiempos y entrenar siempre a la misma hora, generando así una especie de rutina.
Por otro lado, también es buena idea ponernos metas en nuestro día a día, incluyendo los horarios para cada tipo de actividad…¿Cómo así? Por ejemplo, “Hoy voy a escribir en mi blog por una hora, hasta la 1 PM; para luego, ir a hacer las compras para la cena de hoy a la noche con mis amigas”. Así, nos será mucho más fácil organizar nuestras tareas, sabiendo que debemos cumplirlas hasta un cierto horario.
But hold on dude!.. porque tampoco es la idea que nos sobre carguemos de actividades para un mismo día, ya que de lo contrario, estaríamos sufriendo un colapso mental y la corta o la larga, acabaríamos frustados; como ya algunas veces me ha pasado, por no haber cumplido con todo lo que me había propuesto.
Ahora bien, con todo esto, no te estoy diciendo que deberíamos tener una agenda pequeña de papel, como a la vieja usanza; simplemente, con que hagamos como una especie de schedule o agenda en nuestra cabeza, ya es suficiente.
Teniendo esto en cuenta, deberemos considerar además, otros puntos importantes; siendo uno de ellos, el orden. Porque, si tu trabajo es Homeoffice como el mío, o en una oficina, de nada vale que tengamos nuestras actividades organizadas, si las llevamos a cabo en un lugar completamente desordenado, sucio, donde no nos sentimos cómod@s. Lo ideal es, tener un orden tanto mental como físico.
Por otro lado, otro factor, que también creo que deberíamos recordar es la perfección y el detalle. Porque si hay algo que a mi me caracteriza – y no debo ser la única- es la maldita manía de tratar que todo salga perfecto, que no exista ningún error; logrando con esto, que muchas veces me quede minutos o incluso horas, corrigiendo hasta el más mínimo detalle, mientras el tiempo se va perdiendo, como si fuese «arena en mis manos» -bien diría Cerati, de Soda Stereo. Y para esto, creo que la única solución sería, hacer un gran esfuerzo y contenernos, porque si logramos hacer todo bien en el momento, excelente…y sino, dejaremos las correcciones que sean necesarias, para otra oportunidad, en la que estemos más tranquilos, sin tanto afán.
Por último y acá debo mencionar dos factores, muy comunes hoy en día, que son el uso de nuestro adorado y fiel amigo Smartphone y el maldito hábito del Multitasking. Porque vamos a admitirlo… ¿Cuántas veces hemos estado haciendo algo y nos distraemos porque nuestro móvil ha sonado o porque lo tenemos a mano y nos tienta ver los últimos post en Instagram? ¿O cuántas veces hemos tratado de hacer dos cosas a la vez, como contestar los mensajes de nuestro wapp y a la vez escribir un informe para la oficina?
Pues bien, believe it or not, este tipo de cosas hacen que no lleguemos a concentrarnos lo suficiente en la actividad que estamos realizando, por lo que la probabilidades de que cometamos errores o que nuestra eficiencia disminuya, son mayores. Así que, demás está decir, que por más que nos encante (hasta punto de rozar la adicción) tener nuestro smartphone al alcance de nuestros manos, contestar los mensajes de nuestr@ lover del momento y ver las últimas historias subidas en nuestras redes sociales; debemos lograr dominarnos, poner nuestro móvil en silencio y enfocarnos en lo que estamos haciendo. De esta manera, lo haremos más rápido y sin tantas vueltas.
Y ahora con estos tips que te he dado, puede ser que te sea más fácil aprovechar, de una manera más efectiva, tu tiempo, y realizar así todas las tareas que te hayas propuesto durante el día. Se que no es fácil, ya que para mí también es un gran desafío. Porque quiérase o no, es como dice Buda, «El problema es que crees que tienes tiempo.»
